viernes, 11 de febrero de 2011

El sentir de ANCEP

ANCEP, aun en su corta vida, ha sido una asociación modélica, tanto por su gestión como por la cantidad de innovaciones que viene aportando al mundo de la ornitología. ANCEP ha sido ejemplar organizando eventos como el COIHL, en el cual se han instaurado medidas inéditas en nuestro país, como hacerse verdaderamente responsable ante los criadores de las aves inscritas, o adoptando medidas de bioseguridad y de bienestar animal; medidas muy aplaudidas por los criadores y que deberían de extrapolarse a otros eventos que pretendan ser prestigiosos.
En apenas cuatro años, ANCEP ha pasado de ser una asociación que partía de cero, a disponer de todos los medios e infraestructuras necesarios para organizar un gran evento, dotándola de total autosuficiencia; gracias, en gran medida, a las subvenciones y patrocinios que se han gestionado.

También ha sido ejemplar en su funcionamiento interno, donde la democracia alcanza a toda la expresión de la palabra, donde la información fluye a los socios sin cortapisas, permitiendo incluso emitir el voto en las asambleas desde sus propias casas, y dotada de unos Estatutos modernos y sin lagunas, que delimitan claramente las funciones y potestades de los distintos órganos. En ANCEP, el presidente es un socio más y no el jefe, que nada más ostenta la representación legal, ya que todas las decisiones de gobierno se adoptan en Junta Directiva.

También ANCEP se ha caracterizado por ser una de las asociaciones más activas dentro de su federación y por su colaboración incondicional y desinteresada hacia ésta; aunque sus prestaciones y logros no vengan al caso en este momento.

ANCEP se ha sentido y se siente plenamente integrada en FOCDE, y por ello, su gran preocupación es el buen funcionamiento de FOCDE.

Ante los últimos acontecimientos sucedidos en FOCDE y el rumbo que ésta estaba tomando, la Junta Directiva, y en concreto yo, a título personal, tuvimos que elegir entre hacer lo correcto o hacer lo conveniente. Lo conveniente era no meterse en problemas, encogerse de hombros y mirar para otro sitio. Pero lo correcto era no esconder la cabeza y luchar, una vez más, por el bien de toda una federación.

Como expresé en la última asamblea general de socios de FOCDE, y textualmente dije: “la democracia y el estado de derecho en FOCDE son una farsa. No estoy de acuerdo con la manera en que se está gobernando FOCDE y mis principios democráticos me impiden seguir formando parte de esto. Llevaré este asunto a la asamblea de ANCEP, y si ésta decide seguir en FOCDE, dimitiré como presidente; y si decide irse a COE, también dimitiré”. Curiosa y sorprendentemente, la asamblea de FOCDE aplaudió estas palabras.

Una vez tratado el asunto en Junta Directiva, decidimos que FOCDE no es una sola persona, sino un colectivo de personas, donde se encuentran nuestros compañeros y amigos, por los que merece la pena luchar en aquello que consideramos justo. Elegimos el camino correcto, no el conveniente, y por ello, propusimos en el orden del día de la asamblea de ANCEP, el violar deliberadamente la normativa de FOCDE, allí donde ésta es nula de pleno derecho, por ser contraria a lo estipulado por la Ley de Asociación.

Con esta medida no se pretende otra cosa que provocar una situación de cambio dentro de las estructuras de FOCDE, creando un debate interno entre socios y miembros de Junta Directiva, poniendo a éstos en la tesitura de tener que expulsar a ANCEP del seno de FOCDE, en cuyo caso, y a diferencia de lo que otros hicieron, recurriríamos a los tribunales para seguir luchando por lo que consideramos que debe ser FOCDE.

Esta propuesta fue explicada pormenorizadamente a los socios de ANCEP, antes y durante la celebración de la asamblea, e hice especial hincapié en lo mucho que nos jugábamos. Les dije que lo más probable es que fuéramos expulsados de FOCDE, y que FOE, en caso de admitirnos, no era la solución para nosotros; que fueran conscientes de que si votaban sí, ANCEP tendría serios problemas.

Por mi parte, ya tenía tomada la decisión de dimitir en aquella asamblea, aunque esta decisión no la conocieran los socios, ya que, no quería influir de ninguna manera en su voto. Sinceramente no esperaba que se aprobase la propuesta. Pero los socios dijeron sí, adelante, con tan sólo una abstención y ningún voto en contra. Esta decisión representaba para mí la obligación de seguir al frente del barco y de hacer frente a la multitud de problemas que se avecinaban, cuando ya estaba hecho a la idea de dedicarme al verdadero disfrute de mi afición, a volver a mi primera asociación, Aviornis, y a no volver nunca más a complicarme la vida con asuntos pajariles.

Los acuerdos de aquella asamblea fueron, como se ha dicho, solicitar el ingreso en FOE y causar baja en FOEX, en ningún caso se acordó causar baja en FOCDE.

Solicitar el ingreso en FOE ahora representa un mandato asambleario al que hay que dar cumplimiento, y aun cuando se solicite formalmente, no se moverá un dedo por conseguirlo. Admitirnos o no, es un derecho que tiene esta federación y que nosotros vamos a respetar. En el caso de ser admitidos, ANCEP se convertiría en la primera asociación en formar parte de las dos grandes organizaciones ornitológicas de este país, dando así un ejemplo de pluralidad, la misma pluralidad que siempre la ha caracterizado, al coexistir en ella socios de ambas organizaciones. Tal vez este fuera el primer paso para facilitar una posible unificación en el futuro. Se ha elegido FOE y no cualquier otra federación, por la razón de que ésta es de ámbito nacional y porque ha sufrido en su historia la discriminación de FOCDE que ahora nosotros repudiamos.

Causar baja en FOEX es para nosotros un motivo de tristeza, porque nos sentimos parte de FOEX, porque se trata de compañeros y amigos, y porque no tenemos ningún problema con esta entidad. Nuestro deseo es volver a formar parte de esta federación lo más pronto posible. En ambos casos, de FOE y de FOEX, se trata simplemente de símbolos, cuyo fin no es otro que el descrito anteriormente.

A título personal además, esto me posiciona en clara oposición al presidente de FOCDE, y soy perfectamente conocedor de las consecuencias que pueden derivarse.

Siempre dije y me opuse frontalmente en su momento, que no faltaron razones a COE, pero que las formas no fueron las correctas. Algunos de sus dirigentes recurrieron al insulto y fomentaron el odio, dando muestras de su verdadero talante y revelando sus verdaderas intenciones. Siempre reproché a COE el salir huyendo, el abandonar el barco y romper la ornitología española por la mitad, por legítima que fuera su decisión y por justificadas que pudieran ser sus reivindicaciones. Siempre dije que esa huida obedecía más a intereses de tipo personal, por parte de algunos de sus dirigentes, que a razones sustentables que no se hubieran podido subsanar en el seno de la unidad.

Ahora los necios, tanto al este como al norte, saltan como gato a bofe, a enturbiar un asunto serio y trascendente, ensuciándolo son sus soeces; lo llevan al terreno personal y se atreven a cuestionar a una persona capaz de sacrificar sus propios intereses en favor de los derechos del colectivo al que representa. Gente que cacarea en los foros y luego se “cuadra” ante el jefe; gente que chantajea a compañeros de otra federación privándolos de servicios supuestamente altruistas; o gente que no tiene un pasado transparente y que se muere por ostentar un sillón. Esos mismos necios de siempre, oportunistas a la caza y captura de la ocasión, vuelven a salir a la palestra para volver a crear crispación y odio, usando el insulto y el desprestigio como armas, que al final siempre se les vuelven en contra, porque ellos solos se descalifican. Desafortunadamente para ellos, sus descalificaciones solo me provocan vergüenza ajena. Son personas así, de uno y de otro lado, las que han causado tantos despropósitos en nuestra afición.

No podía faltar a la cita de nuevo el Sr. Yeves, quien vuelve a dedicarme lindezas como en el pasado, tales como llamarme petulante, pendenciero y conflictivo. Sus palabras dimanan de un manifiesto odio personal que tiene su justificación en las múltiples veces en que lo he evidenciado, ¡pero es que siempre me lo puso tan fácil! Y es que podrá ser listo como el hambre, pero su inteligencia deja mucho que desear.

Ahora, al buen hacer se le llama petulancia, curiosamente por aquel que, entre otras cosas, mejor representa a dicho atributo, y que en el fondo, lo que envidia es, precisamente, ese buen hacer. También resulta curioso que me llame pendenciero justo aquel que se vale de sus cargos para ejecutar sus venganzas y cuitas personales. Y como conflictivo nadie mejor exponente que él, que allí donde estuvo terminó por fragmentarlo todo. Pero en el fondo, lo admito, tal vez tenga su parte de razón, y yo sea una persona pendenciera y conflictiva, y lo seré siempre allí donde estén al mando personas como él. Efectivamente, las personas como Yeves no quieren a su lado personas instruidas y reivindicativas, que sepan defender legítimamente sus derechos, para poder así campar a sus anchas, actitud impropia de alguien que pretenda llamarse demócrata.

Ahora se especula malintencionadamente, que todo esto puede obedecer a un supuesto interés por mi parte para organizar ORNIEXPO en el Mundial de Aguadulce, precisamente cuando se está dispuesto a perder el “pájaro en mano” por integridad y sentido de la responsabilidad. Parece que, una vez más, se cumple aquello de “cree el ladrón que todos son de su condición”, tal vez porque ellos sí estarían dispuestos a vender su alma al mismísimo diablo por un simple plato de lentejas. Lo cierto es que, aunque sólo fuera por no tener que tratar con ciertas personas, renunciaría a la tentación más tentadora; y francamente, el Mundial de Aguadulce no me interesa para nada, aunque eso no quite para que desee a sus organizadores directos la mejor de las suertes.

Para finalizar, quiero dejar bien claro que ANCEP sería la última asociación que abandonaría FOCDE, si llegase el caso de que ésta se hundiera, que no lo es, ya que, si su economía no tiene la brillantez de antaño, tampoco es crítica. Tampoco ANCEP saldrá huyendo de FOCDE para destruirla por sus defectos, que los tiene y graves, como otros hicieron antes solo por prepararse un nuevo sillón, sino que luchará por subsanar dichos defectos. Y aun cuando ANCEP sea expulsada de FOCDE, como posiblemente así suceda y como antes otros fueron expulsados, incluso desde fuera, seguirá luchando por instaurar en FOCDE una verdadera democracia.

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