martes, 21 de junio de 2011

Un divorcio anunciado

Allá por el 2001, un amigo me informaba de un evento comercial ornitológico (AVISAN) que se celebraría en la ciudad de Santarem, en el vecino país de Portugal. Ávido de investigar y de conocer nuevas especies y dado que nunca me frenaron las distancias, no dudé un instante en visitar dicho evento. Al llegar me quedé impresionado por un moderno recinto ferial dotado de todos los servicios y un pabellón de 5.000 m2 repleto de stands con multitud de empresas e infinidad de especies aviares de muy diversas familias; desde paseriformes a ramphastidas, pasando por psitácidas, gallináceas, anátidas, rapaces…, e incluso algunos ejemplares de avestruz e ibis. Un sueño para cualquier ornitófilo.

Para una persona que se dedicaba profesionalmente a organizar eventos y además era aficionado desde niño a la cría de aves, aquella visita invitaba a una reflexión inevitable: ¿cómo era posible que en España no se organizara un evento similar? Y tal vez en ese momento nació una idea que germinaría años más tarde.

Desde entonces proseguí con mi afición y cada año visitaba AVISAN, era un cita obligada en mi agenda. Por aquellas fechas era socio de AVIORNIS y de AMUS (Acción por el Mundo Salvaje), donde conocí a mi hoy buen amigo Marcos Núñez, veterinario especialista en aves, al que ayudaba en los chequeos y manejos de las distintas especies albergadas en el centro (principalmente rapaces); y desconocía por completo tan siquiera de la existencia de FOCDE, aunque ya había visitado algunos concursos de pajaritos locales.

Pasaron los años y transcurría el 2004 cuando un vecino de mi ciudad, el Sr. Romerales, me habló por primera vez de FOCDE, de la Federación Extremeña que por entonces él presidía, y de una asociación de canaricultores en Villafranca de los Barros (PERCEIANA), que organizaría el Campeonato Ornitológico de España el año siguiente. Finalmente y con ánimo de colaborar, más por compromiso que por convencimiento, acepté hacerme socio de dicha sociedad, con la que poco tenía en común, ya que mi vocación no era precisamente la canaricultura, sino la cría de aves exóticas y especialmente de psitácidas.

El Sr. Romerales no tardó en solicitar mi ayuda para la organización del Campeonato de España, a lo que rehusé en sucesivas ocasiones; hasta que por fin encontró mi punto débil y me propuso hacerme cargo de organizar lo que él llamaba la sala de ventas. Dada mi profesión y con el recuerdo de AVISAN en mente, aquella propuesta suscitó mi interés, por lo que, sin comprometerme a nada, decidí estudiar la propuesta y su viabilidad.

Aquel mismo año se celebraría el Campeonato de España en la ciudad de Sevilla, en el polígono Hytasa, y nada mejor para decidirme que visitando in situ el evento. En aquella visita tenía especial interés por ver la supuesta enfermería y la supuesta sala de ventas, así como el propio concurso en sí; y la impresión recibida fue la de haberme retrotraído en el tiempo y en el espacio, sintiéndome inmerso en los años 60 en algún país tercermundista. No sería sincero si negara que en aquel momento me sentí ofendido y denigrado por el simple hecho de haberme propuesto participar en aquello, y mi respuesta fue contundente: “no participaré en modo alguno de semejante evento”.

Pero el Sr. Romerales me dijo que gozaría de plena libertad para hacer las cosas como yo considerase y me hizo comprender que desde dentro es como se podían cambiar. Se gestaba así lo que luego todos conocerían como ORNIEXPO y que finalmente se inauguró en la ciudad de Almendralejo, aunque por desavenencias posteriores con el Sr. Romerales, no fue organizado por PERCEIANA, sino por una empresa privada de la cual soy titular, asumiendo plenamente la financiación y el riesgo financiero del mismo.

En aquella primera edición ORNIEXPO tuvo un resultado económico traducido en pérdidas, habida cuenta de que nada se escatimó en su organización y de que el evento fue suspendido en el año anterior a consecuencia de la gripe aviar. Sin embargo quedó probada su viabilidad y la plena satisfacción de expositores y visitantes, contradiciendo las críticas destructivas que previamente había recibido en foros de Internet que ni conocía y de personas que tampoco conocía, entrando incluso en el terreno de lo personal, ignorando entonces las verdaderas razones de las mismas, que no eran otras que su celebración paralela al Campeonato Ornitológico de España de FOCDE, y provenientes de un sector enfrentado al gobierno dicha entidad.

Aquella primera edición supuso un antes y un después en la ornitología deportiva de este país, y desde entonces se cambiaron los términos de “sala de ventas” o “mercadillo” por el de “feria ornitológica”, y sentó las bases de las mismas en las muchas que después proliferaron, imitando claramente sus preceptos.

Tras aquella primera edición, que no pretendía continuidad alguna, recibí propuestas por parte de los expositores para darle continuidad en la propia ciudad de Almendralejo, y al mismo tiempo, el propio Presidente de FOCDE me pedía que volviera a organizarlo paralelamente al siguiente Campeonato de España, que se celebraría en la ciudad de Dos Hermanas. Aquellas propuestas representaban un grave inconveniente profesional para mí, pues el evento en manera alguna podría ser lo suficientemente rentable, desde un punto de vista meramente económico, para justificar el esfuerzo organizativo y financiero que requería. Pero en esta vida no todo se basa en la rentabilidad, existen otras posibles razones como la satisfacción personal o el afán por mejorar la situación de tu propia afición y la posibilidad de aportarle dignidad frente a otros colectivos y a la opinión general de la sociedad.

La propuesta de organizar ORNIEXPO en la ciudad de Dos Hermanas no era nada seductora, pues en compañía del Presidente de FOCDE recorrí el recinto ferial de dicha ciudad, configurado por casetas de feria de insuficientes dimensiones y dadas al abandono, llenas de escombros y basuras e incluso ocupadas por indigentes. Ante semejante panorama resultaba obvio que organizar un evento ferial allí requeriría del montaje de una carpa y de todos los accesorios necesarios, incluyendo un servicio de seguridad imprescindible de 24 horas, incrementando excesivamente los costes y por consiguiente, incrementando los riesgos económicos. O sea, implicaba arriesgar mucho dinero privado sin tener garantía alguna de su éxito.

Sabía que la prudencia empresarial que nunca me ha caracterizado me aconsejaba no arriesgar mi dinero en un proyecto tan sumamente incierto; pero sin embargo, las críticas y ataques furibundos recibidos en la anterior edición me reforzaban en defender mis principios y en apoyar a una institución con la que me identificaba y en la que creía, en el sentido de que aglutinaba a la casi totalidad de los aficionados de este país, y que pese a sus defectos, que ya empezaba a percibir, estaba siendo amenazada con una fractura que poco después sobrevino.

Tras una profunda reflexión, en la que tuvo mucha influencia una persona que se mantiene en la sombra pero muy estrechamente vinculada, manifesté al Presidente de FOCDE que aceptaba su propuesta por la simple razón de apoyar a FOCDE, aun asumiendo que podrían producirse pérdidas económicas y aceptando como bueno un balance final que simplemente cubriera los gastos.

Se iniciaba así un matrimonio entre FOCDE y ORNIEXPO; donde FOCDE ponía el marco, y ORNIEXPO ponía el riesgo y aportaba no sólo dignidad, también una nueva fuente de recursos económicos para FOCDE, pues ésta, sin asumir riesgo ni gestión alguna, percibía el 40% de los beneficios netos generados por el evento.

Al año siguiente vino Gibraleón, y tampoco era una perita en dulce, pues si bien las instalaciones eran dignas, se trataba de un pueblecito pequeño y ubicado en un extremo de la península, por lo que la participación de expositores y la afluencia de público volvían a ser inciertos. Se añadía además la circunstancia de que la fractura ornitológica ya era una realidad, y la entidad escindida de FOCDE organizaba en las mismas fechas su propio evento, pero en una sede infinitamente mejor en todos los sentidos y se preveía, como así resultó después, que congregaría a más criadores participantes en su Campeonato, y que en todo caso, no concurrirían en Gibraleón.

Ello exigió de un esfuerzo comercial muy intensó y ORNIEXPO consiguió atraer a la mayoría de los expositores comerciales, salvando así ya no sólo el propio evento, también al Campeonato de España, aun viéndose ampliamente superado en participación por el Campeonato organizado por FOCVA.

Pero mientras el Presidente de FOCDE se dormía en los laureles y no movía un solo dedo por buscar una sede para el próximo año, los dirigentes de COE se movilizaron y gestionaron una nueva sede para el suyo, acorde con las instalaciones del año anterior, esta vez en el recinto ferial de Aguadulce (Almería). Consciente por mi parte de que era fundamental competir o morir, y hastiado de la incertidumbre que año tras año se vivía en FOCDE, sin disponer de sede hasta el último momento de cada año, me dispuse a buscar una nueva sede para el Campeonato de España de FOCDE y para ORNIEXPO, al objeto de que dicha sede fuera permanente y equidistante para todos los aficionados, indagando en el centro peninsular, incluido Madrid. El resultado fue Talavera de la Reina, un recinto hoy conocido por todos.

En honor a la verdad y aunque siempre he sido muy discreto al respecto, tengo que decir que en las negociaciones con la Fundación Talavera-ferial, fui el único interlocutor por parte de FOCDE con dicha entidad, y por lo tanto, quien participó en la redacción del convenio de colaboración entre ambas entidades, un proceso tenso y al final tedioso, debido a las reiteradas impertinencias y exigencias del Presidente de FOCDE, quien ni tan siquiera visitó las instalaciones hasta alcanzado el acuerdo e inminentemente a la firma del mismo.

Conviene también aclarar que en el proyecto presentado a la Fundación Talavera-ferial, elaborado por mí y con el visto bueno del Presidente de FOCDE, se proponía la organización de dos eventos paralelos: Campeonato Ornitológico de España y ORNIEXPO; y cuando lo correcto y acertado hubiera sido el que ambas entidades hubieran firmado su convenio por separado con dicha entidad, lo cierto es que, de haberse hecho así, las críticas internas en FOCDE hubieran sido insostenibles, por lo que finalmente opté por confiar en la honestidad del Presidente de FOCDE y que fuera éste el que suscribiera el acuerdo por ambos eventos. Craso error por mi parte, máxime cuando al final, el Presidente de FOCDE nunca informó ni a la Junta Directiva ni mucho menos a la Asamblea General sobre los pormenores de dicho convenio, ni tampoco sobre los del suscrito con ORNIEXPO. De hecho, estos aspectos los desconocen incluso los propios miembros del Comité Ejecutivo, si bien al Secretario le informé yo mismo en alguna ocasión.

Con un recinto de semejantes características, ubicado en una ciudad importante y en el centro peninsular, que fuera nombrado sede permanente, se pondría fin al incierto peregrinar del Campeonato de España, aportando estabilidad y abriendo las posibilidades a una mejora notable en su gestión, ya que multitud de gastos se verían reducidos, e incluso pudiendo plantearse la entidad la adquisición de material en propiedad (jaulas y estanterías) que evitaran el despilfarro que supone alquilarlo todos los años.

Pero al final y nada más lejos de esta posibilidad, tras celebrarse ya dos ediciones del evento en dicha sede, se comprueba que la gestión en nada ha cambiado, que el despilfarro por contrario se incrementa; y que a la postre, una sede que concedía una oportunidad para FOCDE, en verdad ha servido para otorgar una nueva herramienta de poder a un Ejecutivo antes desvalido y ahora prepotente.

Por el contrario ORNIEXPO sí supo sacar partido de las ventajas que aportaba esta nueva sede, optimizando los recursos y creciendo notablemente, convirtiéndose, ahora sí, en un evento que podía llegar a ser verdaderamente rentable.

ORNIEXPO ha dejado muy atrás aquellos mercadillos indignos y tercermundistas que antes se venían celebrando, aportando a nuestros eventos una dignidad que necesitaban imperiosamente y cuya ausencia menoscababa nuestra imagen pública. Se han introducido conceptos como feria comercial, bioseguridad o bienestar animal; y aunque es mucho lo que falta por hacer, es también mucho lo que se ha avanzado. En el aspecto comercial también se ha visto reflejada la gestión, y fruto de ella ahora participan empresas inéditas de España, Portugal y otros países.

Pero al final, lo que debía de ser una situación dulce e idílica, ha derivado en una nueva crisis en FOCDE, provocada una vez más por la prepotencia del Presidente de la entidad; y en este sentido y a título personal me he visto afectado por la misma en mi calidad de Presidente de una asociación, ANCEP, que se viene oponiendo a las prácticas del Presidente de FOCDE. Esta oposición, si bien se viene ejerciendo desde hace mucho tiempo de manera interna, finalmente afloró en la Asamblea General de FOCDE del pasado año, cuando ANCEP impugnó los acuerdos de su Junta Directiva referentes a la normativa de anillas, y cuando finalmente me manifesté abiertamente sobre el verdadero funcionamiento de FOCDE.

Ya entonces surgieron rumores sobre un posible divorcio entre FOCDE y ORNIEXPO, dadas las evidentes discrepancias entre los representantes de ambas entidades, y fue finalmente el Sr. López Casas quien en un foro de Internet hizo público ese rumor, que yo entonces me apresuré a desmentir. Pero lo verdaderamente cierto y pese a mi desmentido, es que el rumor era fundado, pues las relaciones personales poco a poco se iban deteriorando y efectivamente, en enero de 2010, manifesté al Presidente de FOCDE mi indisposición para continuar organizando ORNIEXPO, aunque finalmente y a petición del Presidente de FOCDE, todo se resolvió con la introducción de nuevas condiciones en el convenio de colaboración suscrito entre ambas entidades; aunque ya a la postre, el divorcio era una cuestión de tiempo.

Inmediatamente después de la Asamblea de FOCDE de 2010, el Presidente de la entidad se apresuró a visitarme para intentar “reconducir” las reivindicaciones que desde ANCEP se venían realizando, y para intentar influir en las propuestas que después se llevarían al seno de la asociación. Habida cuenta de que poco logró en sus propósitos, finalmente me comunicó su intención de presentarse de nuevo a la reelección, decisión que ya estaba tomada desde entonces y no como ahora pretende hacer creer que se ha presentado porque nadie lo haya hecho; y que saldría elegido por otros cuatro años más, aclarándome que yo seguiría organizando ORNIEXPO durante esos cuatro años, siempre y cuando, claro está, ANCEP no causara problemas.

Mi respuesta ante una clara ofensa es previsible y desde luego tenía bien claro que en la dualidad dada en mi persona, de organizador de ORNIEXPO y de Presidente de ANCEP, me debía, en primera instancia, a los asociados que represento, por encima de los presuntos interés personales que pudiera tener como organizador de ORNIEXPO; de otro lado, las decisiones que tomara ANCEP corresponden exclusivamente a sus asociados y en las cuales no pretendía influir en manera alguna, siendo mi cometido exclusivamente el del informar de los hechos ocurridos. Y finalmente ANCEP decidió, a sabiendas de que los acuerdos alcanzados en su Asamblea General no serían del agrado del Presidente de FOCDE y por tanto, a sabiendas de que habría consecuencias. Yo también era consciente de que dichos acuerdos tendrían repercusión a título personal, deteriorando aún más la relación con el Presidente de FOCDE, y donde ORNIEXPO sufriría las represalias.

Aun cuando ya tenía decidido que no volvería a organizar ORNIEXPO paralelamente al Campeonato de España, al menos mientras la Presidencia de FOCDE estuviera ocupada por el Sr. Jiménez; lo cierto es que éste ya tomó también su propia decisión en el mismo sentido, al manifestarme posteriormente que este año no se celebraría ORNIEXPO, decisión que es de potestad exclusiva del Comité Ejecutivo en base al artº enésimo primero del Reglamento del Birlibirloque, y que en su lugar se organizaría un evento comercial que se llamaría de otra forma, habida cuenta de los graves problemas causados por ANCEP.

También tuve conocimiento de manera extraoficial, antes incluso de celebrarse la última edición de ORNIEXPO, de que el Presidente de FOCDE estaba negociando a mis espaldas la renovación del contrato con la Fundación Talavera-ferial por cuatro años más, y que en dicha renovación y a instancias suyas, el nombre de ORNIEXPO era sustituido por “una feria comercial”; y pese a lo indignante de la actuación del Presidente, decidí no intervenir a este respecto para defender mis propios intereses, pues también yo mismo tenía tomada la decisión de no organizarlo, ya que si continuaba organizando ORNIEXPO, me sentiría aún más culpable y cómplice de lo que ya me siento por colaborar en sustentar en el poder a un Presidente que está destrozando a la entidad; una entidad que era hegemónica cuando él llegó al poder y que, al paso que va, quedará convertida en un reducto testimonial. El Presidente de FOCDE, es tan inepto y prepotente que, sin encomendarse a nadie, a ese nuevo evento hijo de ORNIEXPO, le ha puesto el ridículo nombre de Feria Ornitológica FOCDE, ¡menudo derroche de imaginación!

No seré yo el que mueva un solo dedo en contra de semejante engendro, que hereda el patrimonio generado por ORNIEXPO en sus momentos de mayor dificultad, un patrimonio formado por una sede óptima, unas estructuras de organización y una cartera de clientes fruto de las gestiones comerciales realizadas. Ahora ese engendro sí es una perita en dulce, máxime este año, ya que no tendrá que competir con ningún otro evento, pues COE no organizará su Nacional al organizar el Mundial. La gestión comercial se reducirá a esperar a que suene el teléfono y la organización a abandonar a su suerte a los expositores, pero los beneficios serán pingues.

Se trata en todo caso de un “robo” en toda regla, donde el Presidente se apropia de un proyecto ajeno, creado con dinero ajeno y en el momento en que comienza a ser rentable, en base exclusivamente a una represalia personal y de abuso de poder. Y para justificarlo difunde bulos sobre las razones para hacerlo que en nada se ajustan a la realidad, argumentando memeces como que el año pasado no se invitó a su amigo Ronco o que se pusieron trabas a la empresa La Magia del Color, cosas ciertas en todo caso, ya que ambos causaron graves problemas en ediciones anteriores, pero que se hicieron con su conocimiento y conformidad.

Sinceramente y conociendo la capacidad de gestión del Presidente, no creo que tarde mucho en dilapidar el patrimonio heredado de ORNIEXPO. Este año es previsible una merma cuantiosa en la participación del Campeonato de España debida a la crisis interna que atraviesa la entidad, y que sin embargo no será tan manifiesta debido a la falta de competencia al organizar COE el Mundial. Pero al siguiente año, la diferencia de participación entre los Campeonatos de las respectivas entidades será muy notable, y los expositores comerciales tendrán muy claro donde tienen que estar; circunstancia ésta que se verá agravada por una actuación comercial inexistente.

A título personal creo que puedo sentirme muy satisfecho con el trabajo realizado durante estos breves años, habiendo sido artífice de una importante evolución en los eventos comerciales ornitológicos y dejando el listón muy alto, con un pabellón lleno a rebosar de expositores de distintos países, con una organización interna que roza la perfección, y con una gestión intachable. Lo que suceda en el futuro y lo que hagan con este patrimonio, ya no será responsabilidad mía.

He considerado necesario publicar este artículo para aportar luz a un asunto que está siendo objeto de especulación, fruto de los bulos y rumores promovidos desde el entorno del Presidente de FOCDE.



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