martes, 31 de mayo de 2011

La democracia de FOCDE

Y la hora de la verdad llegó y los concurrentes nos saludamos tan efusiva como hipócritamente, en un preludio de lo que después acontecería. Pocos calificativos puedo añadir a los que ya se han dicho en los foros a lo allí acontecido, y sólo me queda suscribirlos y hacer un relato preciso de los hechos, añadiendo las reflexiones que me suscitan.

Mal comenzó la asamblea cuando tras la presentación de credenciales, solicité al Presidente que fuera sometida a la asamblea el cambio en el orden de celebración de la ordinaria y extraordinaria, con el propósito de que antes de proceder a la elección del Comité Ejecutivo, el saliente rindiera cuentas de su gestión, precepto necesario para poder emitir el voto. En un alarde de talante democrático, el Presidente argumentó que era necesaria la unanimidad para cambiar el Orden del Día (no era eso lo solicitado) y esa unanimidad no se daba, pues él, con su voto en contra, la impedía. Sin ganas de comenzar a discutir tan pronto me di por conforme con haber denunciado la argucia del Presidente en la convocatoria y habiéndose delatado éste en su propio talante.

Entrábamos en el siguiente punto, el polémico; el que trataba sobre las propuestas de modificaciones estatutarias. Y el Sr. Alemán, Presidente de la federación canaria, daba lectura a un escrito en el cual se venía a solicitar que, dada la situación de FOCDE y la controversia generada por estas propuestas, el promotor de dichas propuestas, o sea, el Comité Ejecutivo, retirara las mismas y otorgara un plazo de un año para reflexionarlas y debatirlas, al objeto de lograr un consenso entre todas las partes. La propuesta del Sr. Alemán fue secunda por otros intervinientes, entre los que me incluyo. El Presidente de FOCDE, con razones nimias y poco creíbles y sustentables, no accedió a la petición, con lo cual, los Sres. Penedo y Zapatero, en representación de las federaciones gallega y castellano-leonesa respectivamente, manifestaron que, dado que había sido rechazada la propuesta del Sr. Alemán, renunciaban a ejercer su derecho a voto, siendo inadmisiblemente retirados los mismos del quórum por el Secretario, cuando en verdad, no ejercer el voto no es otra cosa que abstenerse de votar, y como abstenciones es como deberían constar.

La primera propuesta de modificación, la que por obra y gracia del Espíritu Santo convertía a las federaciones regionales en socios de FOCDE, bajo la advertencia del Presidente de que era preceptivo, según la LODA, para poder ocupar cargos en la Junta Directiva (vaya novedad), fue rechazada por amplia mayoría.

Entrábamos en la segunda propuesta de modificación, por la que se pretendía que las asociaciones que tuvieran “graves discrepancias” con sus federaciones regionales, el Comité Ejecutivo pueda autorizar excepcionalmente la integración en FOCDE de esas asociaciones (como si no estuvieran ya integradas). El Sr. Alemán nuevamente propone una enmienda a la redacción para eliminar la imprecisión y arbitrariedad de la anterior, y que no cambia sustancialmente la norma, cual es sustituir “graves discrepancias” por “incumplimiento de sus obligaciones de las federaciones regionales”, con lo cual se precisaban las razones para aplicar el artículo. Intervino el Sr. Morgado apuntando que la enmienda debía ser aceptada por la asamblea antes de someter la modificación en sí a su aprobación, y con el visto bueno incluso del propio Presidente así se hizo, aprobándose la enmienda por amplia mayoría, incluido el voto favorable del Presidente.

Antes de someterse a la aprobación de la asamblea, el Presidente advirtió que, en caso de no aprobarse la propuesta (ya enmendada), él retiraría su candidatura; aclarando que lo advertía antes y no después, para que nadie lo acusara de chantajear a la asamblea (aunque lo cierto es que el chantaje estaba encima de la mesa). Se procede a la votación y sorprendentemente para todos se produce un empate de 58 votos a favor, 58 votos en contra y tres abstenciones, sin contar con las abstenciones no contabilizadas de Galicia y Castilla-León. En ese momento el Presidente, quien conoce perfectamente la normativa de FOCDE tuvo un lapsus sorprendente, y desviando la atención manifestó que no quería ejercer el voto de calidad, a lo que su Secretario (digo lo de su Secretario porque en FOCDE el Secretario lo designa el Presidente), quien también sufrió del mismo lapsus (menudos dirigentes), se apresuró a aclarar que el voto de calidad era implícito al voto del Presidente, y que como el voto del Presidente había sido a favor de aprobar la modificación, dicha modificación quedaba aprobada.

Se procedió a seguir con las demás modificaciones y cuando se estaba instalando la urna para proceder a la elección del Comité Ejecutivo, el Sr. Alemán indicó al Presidente de FOCDE que, según se establece en los Estatutos, se necesita mayoría absoluta para la aprobación de cualquier modificación estatutaria. El Presidente tomó la palabra para aclarar que se había producido un error y que, efectivamente, el Sr. Alemán tenía razón, por consiguiente, la modificación no había sido aprobada y en consecuencia, él retiraba su candidatura. En ese momento se hizo el silencio en la sala y se cruzaron miradas de complicidad entre el Sr. Ruíz, portavoz de la Mesa Electoral y el Presidente de FOCDE. El silencio se rompió cuando el Sr. Ruíz manifestó: “Tras la retirada de la única candidatura se pone fin al proceso electoral; esta mesa ha concluido su misión y queda disuelta”.

En ese momento, tomé la palabra para indicar que lo procedente ahora, según los Estatutos, era nombrar una nueva Comisión Gestora que iniciara un nuevo proceso electoral; a lo que el Presidente manifestó que él no había dimitido y que agotaría su mandato (le traicionó el subconsciente), a lo que le aclaré que su mandato, al frente de una Comisión Gestora, expiraba en ese mismo momento, pues su duración fue aprobada por dos años, concluyendo con el proceso electoral. El Presidente palideció y manifestó que aún le quedaban 15 días para hacer el traspaso de poder.

Tras eso, el Presidente increpó a los asistentes pidiendo voluntarios para formar la Comisión Gestora y en ese momento la asamblea rompió en acusaciones hacia los que habíamos secundado la propuesta del Sr. Alemán, incluso el Sr. Flaviano Pineda llegó a manifestar: “Felicidades al Sr. de Extremadura, por fin lo has conseguido”, aludiéndome personalmente. Esta actuación del Presidente, enfrentándonos a unos contra otros, no era sino el anuncio de lo que nos esperaba al día siguiente y que todos nos temíamos.

Así las cosas y dada la hora alcanzada, pedimos al Presidente que pospusiéramos hasta el día siguiente el nombramiento de la Comisión Gestora, dando así un plazo para la reflexión. El Presidente estuvo de acuerdo y como aún faltaba media hora para el inicio de la final de la Copa de Europa, propuso avanzar en el orden del día, abordando el primer punto de la ya Asamblea General Ordinaria, aunque al final y dadas las circunstancias, nada se avanzó, levantándose la sesión.

Pero la asamblea continuó fuera de la sala, en los pasillos y veladores, y se produjeron conversaciones sobre lo sucedido por uno y otro lado. El Presidente de Castilla-La Mancha me decía en privado que esto no podía ser, que había que revocar el acuerdo para que el Presidente no se fuera, que quién iba a mantener los servicios e iba a organizar el Campeonato de España, etc; apelaba al sentido común y a que se convocase una nueva asamblea dentro de 15 días si fuera necesario. Tras muchas conversaciones y avanzada la madrugada, finalmente nos fuimos a dormir, pero con las ideas un poco más claras. Esa misma noche y temiéndonos lo que finalmente sucedió, fue publicada en los foros la noticia de lo sucedido, reproducida de manera fiel y precisa por el Sr. Villegas.

Al día siguiente y tras lo sucedido en el día anterior, yo llevaba una propuesta bajo el brazo para la asamblea y que difícilmente podría ser rechazada; dicha propuesta, que en honor a la verdad no fue idea mía, aunque me reservo el nombre del autor de la misma, consistía en crear una Comisión Gestora constituida por todos los presidentes regionales.

Pero nuestros peores presagios se hicieron realidad y el Presidente de FOCDE inició la asamblea indicando que el día anterior se había cometido una irregularidad, al someterse a votación un artículo cuya redacción se había cambiado y que no figuraba en el Orden del Día, que el Orden del Día era el que figuraba en el anexo a la convocatoria y que el acuerdo alcanzado era nulo por consiguiente. Fuimos muchos los que intervenimos manifestando nuestra contrariedad, que la enmienda no alteraba el Orden de Día ni tan siquiera sustancialmente el contenido del artículo, sino que añadía precisión al mismo; que la versión ofrecida por el Presidente era restrictiva y que la asamblea no podía concebirse sin un debate de los asuntos en busca del consenso, porque de otro modo, bien podíamos emitir el voto por correo y ahorrarnos la asamblea, que la enmienda fue aprobada por la asamblea, que lo allí votado era un acuerdo asambleario, que aún en el caso de haberse cometido una irregularidad, el Presidente podía impugnar el acuerdo dentro del plazo de 40 días previsto en la ley, o incluso convocar una nueva asamblea para derogarlo. En definitiva, se hizo, con las leyes en la mano, todo lo legítimamente posible para evitar el mayor atropello a la democracia y al Estado de Derecho que yo jamás haya presenciado. Los que apoyaban al Presidente y que el día anterior apelaban al sentido común, no querían oír razones, ni querían consenso; su actitud era que los que no estuviéramos de acuerdo, ahí teníamos la puerta, como si ellos fueran los dueños de FOCDE.

Por más que lo intentamos y desoyendo todas nuestras protestas, procedieron de nuevo a la votación de lo ya votado el día anterior, y curiosamente, el voto de algunas asociaciones que el día anterior votaron no, hoy votaban sí, entre ellas, todas las asociaciones catalanas.

Dado que por fin se deshizo ilegítimamente lo antes hecho legítimamente, el Secretario indica a la asamblea que el Acta aún no está redactado, y que por lo tanto lo que tiene que constar en él son los acuerdos finalmente alcanzados, omitiendo todo lo sucedido en el día anterior y retrotrayendo la asamblea a ese punto, procediéndose a la elección del Comité Ejecutivo. Semejante barbaridad, más propia de un sinvergüenza que de alguien que tiene que dar fe, nos levantó a muchos de nuestros asientos, porque todos fuimos testigos de que la Mesa Electoral quedó disuelta, y que incluso como consecuencia de ello, algunos votos emitidos por las asociaciones habían sido ya destruidos, como manifestaron los presidentes de las federaciones de Madrid y Galicia.

Aun aceptando como válido lo inaceptablemente sucedido al repetirse la votación del día anterior de manera ilegal, lo procedente, dado que el proceso electoral se dio por finalizado y por disuelta la Mesa Electoral, sería, en todo caso, el nombramiento de una nueva Comisión Gestora, la apertura de un nuevo proceso electoral y el nombramiento de una nueva Mesa Electoral; pero nunca fingir y omitir en el Acta lo que en verdad sucedió y que todos presenciamos tan vergonzosamente.

En el proceso electoral, han quedado de manifiesto multitud de irregularidades de las que yo llevaba buena nota para pedir las correspondientes explicaciones, pero viendo lo sucedido y visto lo visto, en verdad carecía ya de importancia el exponerlas, porque ante personas que carecen de pudor y vergüenza, poco se puede hacer.

Entre esas irregularidades destaca el hecho de que la Mesa Electoral ha pasado por alto el cumplimiento de los requisitos necesarios para la validación de las candidaturas, faltando a la verdad en su informe, habida cuenta de que el Presidente no ha podido presentar copia certificada del Acta de la federación regional en la que reside (FADO) dando su respaldo a dicha candidatura, según se establece en el Art. 103.1 del R.R.I., debido a que la asamblea de FADO no se celebró hasta después de la finalización del plazo de presentación de candidaturas. Este documento es necesario pues el Presidente no puede acogerse a la excepción que ampara al presidente en ejercicio, ya que él no era presidente en ejercicio sino en funciones, al no ser presidente electo sino presidente de una Comisión Gestora. La otra irregularidad grave cometida ya fue denunciada en este blog con anterioridad, cual es la de coaccionar una posible opción de votación, la de oponerse a dicha candidatura mediante el voto negativo, según se establece en el art. 109.2 del R.R.I.

Pero ante una asamblea, donde los leales al Presidente son ciegos y sordos ante tanta barbaridad, y ante los cuales las normas carecen de cualquier valor, poco se puede hacer.

La votación para elegir Presidente finalmente se realizó, y arrojó un resultado de 79 votos a favor de la candidatura y 19 votos en blanco, no permitiéndose emitir votos en contra. De este quórum, fueron emitidos 42 votos por correo, siendo el quórum de la sala de 131 votos más los 42 emitidos por correo. Muchos de los asistentes no ejercieron su derecho a voto, habida cuenta de que no se podía ejercer en negativo, añadiendo además los votos destruidos. Con estas cifras, se consideró como quórum finalmente el total de votos emitidos y no el total de votos presentes, en cuyo caso, la candidatura no obtendría la mayoría absoluta necesaria para proclamarse en primera votación.

Pero la barbaridad continuó con el patinazo del Presidente de la Mesa Electoral, quien llevaba la lección bien aprendida y pese a estos resultados proclamó que la candidatura no había alcanzado la mayoría absoluta necesaria en primera votación, por lo que debería de volverse a votar para alcanzar la mayoría simple; y añadió, “como ya se ha votado y ha obtenido mayoría simple, no se hace necesaria una segunda votación”. Los asistentes nos quedamos atónitos, si es que ello era ya posible, demostrándose manifiestamente que la Mesa Electoral no era sino una continuación del brazo del Presidente, y el proceso electoral una farsa de principio a fin.

Y así es como el Presidente de FOCDE era proclamado de nuevo Presidente electo por cuatro años más, sin tan siquiera recibir unos tímidos aplausos y ofreciendo un espectáculo esperpéntico, el de alguien que se aferra al sillón como si en ello le fuera la vida o su propio sustento; su figura patética y lastimera carecía ya de cualquier dignidad. Y todo esto sucedía en el año 2011, en un país como España, con la complicidad necesaria de los Srs. Blas Ruíz, Marcial Pérez, M. Campaña, José A. Mallén, Juan Pascual, Rafael Martínez, José L. Gómez, entre otros. A todos estos señores yo les pido, mejor dicho, les suplico, que no vuelvan nunca a pronunciar la palabra democracia, porque si lo hicieran mis tímpanos no podrían soportarlo.

En un momento dado del sábado, coincidiendo en los pasillos, mantuve una breve conversación privada con el Presidente y le dije: “podrás ganar con argucias cualquier votación, pero la situación lo que requiere es el consenso. Ya rompiste FOCDE por la mitad hace cuatro años y no aprendiste la lección” a lo que él respondió: “Que se hubieran presentado otras candidaturas, ahora el que no esté de acuerdo, ya sabe dónde tiene la puerta”, aunque luego dirá que es mi palabra contra la suya.

Si a alguien debo destacar como protagonista de esta Asamblea, en la parte positiva tengo que mencionar al Sr. Alemán, reivindicativo y brillante, contundente y elegante. En la negativa a los representantes de la federación catalana, y me duele decirlo pero no tengo más opción que manifestar que hoy son la vergüenza de la España ornitológica. Tampoco puedo omitir las grandes ausencias, destacada especialmente por la del Sr. Alfredo López, a quien le reprocho la misma, pero le felicito porque a la postre, la federación de Castilla-León no pudo estar mejor representada, y lo hicieron los Sres. Zapatero y Vallina, a los cuales no tenía el gusto de conocer personalmente y admito que me impresionaron. La otra gran ausencia fue la protagonizada por Extremadura, quien con sus 18 asociaciones podría haber decidido las votaciones, aunque a este respecto prefiero no pronunciarme. Del Secretario prefiero ni hablar, porque si lo hiciera me ganaría una querella.

La asamblea dio para mucho más, pero el resto lo abordaremos en otro momento, no vaya a ser, queridos lectores, que vuestro estómago no sea capaz de digerir de una sola comida tanta barbarie.

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