martes, 31 de mayo de 2011

La democracia de FOCDE

Y la hora de la verdad llegó y los concurrentes nos saludamos tan efusiva como hipócritamente, en un preludio de lo que después acontecería. Pocos calificativos puedo añadir a los que ya se han dicho en los foros a lo allí acontecido, y sólo me queda suscribirlos y hacer un relato preciso de los hechos, añadiendo las reflexiones que me suscitan.

Mal comenzó la asamblea cuando tras la presentación de credenciales, solicité al Presidente que fuera sometida a la asamblea el cambio en el orden de celebración de la ordinaria y extraordinaria, con el propósito de que antes de proceder a la elección del Comité Ejecutivo, el saliente rindiera cuentas de su gestión, precepto necesario para poder emitir el voto. En un alarde de talante democrático, el Presidente argumentó que era necesaria la unanimidad para cambiar el Orden del Día (no era eso lo solicitado) y esa unanimidad no se daba, pues él, con su voto en contra, la impedía. Sin ganas de comenzar a discutir tan pronto me di por conforme con haber denunciado la argucia del Presidente en la convocatoria y habiéndose delatado éste en su propio talante.

Entrábamos en el siguiente punto, el polémico; el que trataba sobre las propuestas de modificaciones estatutarias. Y el Sr. Alemán, Presidente de la federación canaria, daba lectura a un escrito en el cual se venía a solicitar que, dada la situación de FOCDE y la controversia generada por estas propuestas, el promotor de dichas propuestas, o sea, el Comité Ejecutivo, retirara las mismas y otorgara un plazo de un año para reflexionarlas y debatirlas, al objeto de lograr un consenso entre todas las partes. La propuesta del Sr. Alemán fue secunda por otros intervinientes, entre los que me incluyo. El Presidente de FOCDE, con razones nimias y poco creíbles y sustentables, no accedió a la petición, con lo cual, los Sres. Penedo y Zapatero, en representación de las federaciones gallega y castellano-leonesa respectivamente, manifestaron que, dado que había sido rechazada la propuesta del Sr. Alemán, renunciaban a ejercer su derecho a voto, siendo inadmisiblemente retirados los mismos del quórum por el Secretario, cuando en verdad, no ejercer el voto no es otra cosa que abstenerse de votar, y como abstenciones es como deberían constar.

La primera propuesta de modificación, la que por obra y gracia del Espíritu Santo convertía a las federaciones regionales en socios de FOCDE, bajo la advertencia del Presidente de que era preceptivo, según la LODA, para poder ocupar cargos en la Junta Directiva (vaya novedad), fue rechazada por amplia mayoría.

Entrábamos en la segunda propuesta de modificación, por la que se pretendía que las asociaciones que tuvieran “graves discrepancias” con sus federaciones regionales, el Comité Ejecutivo pueda autorizar excepcionalmente la integración en FOCDE de esas asociaciones (como si no estuvieran ya integradas). El Sr. Alemán nuevamente propone una enmienda a la redacción para eliminar la imprecisión y arbitrariedad de la anterior, y que no cambia sustancialmente la norma, cual es sustituir “graves discrepancias” por “incumplimiento de sus obligaciones de las federaciones regionales”, con lo cual se precisaban las razones para aplicar el artículo. Intervino el Sr. Morgado apuntando que la enmienda debía ser aceptada por la asamblea antes de someter la modificación en sí a su aprobación, y con el visto bueno incluso del propio Presidente así se hizo, aprobándose la enmienda por amplia mayoría, incluido el voto favorable del Presidente.

Antes de someterse a la aprobación de la asamblea, el Presidente advirtió que, en caso de no aprobarse la propuesta (ya enmendada), él retiraría su candidatura; aclarando que lo advertía antes y no después, para que nadie lo acusara de chantajear a la asamblea (aunque lo cierto es que el chantaje estaba encima de la mesa). Se procede a la votación y sorprendentemente para todos se produce un empate de 58 votos a favor, 58 votos en contra y tres abstenciones, sin contar con las abstenciones no contabilizadas de Galicia y Castilla-León. En ese momento el Presidente, quien conoce perfectamente la normativa de FOCDE tuvo un lapsus sorprendente, y desviando la atención manifestó que no quería ejercer el voto de calidad, a lo que su Secretario (digo lo de su Secretario porque en FOCDE el Secretario lo designa el Presidente), quien también sufrió del mismo lapsus (menudos dirigentes), se apresuró a aclarar que el voto de calidad era implícito al voto del Presidente, y que como el voto del Presidente había sido a favor de aprobar la modificación, dicha modificación quedaba aprobada.

Se procedió a seguir con las demás modificaciones y cuando se estaba instalando la urna para proceder a la elección del Comité Ejecutivo, el Sr. Alemán indicó al Presidente de FOCDE que, según se establece en los Estatutos, se necesita mayoría absoluta para la aprobación de cualquier modificación estatutaria. El Presidente tomó la palabra para aclarar que se había producido un error y que, efectivamente, el Sr. Alemán tenía razón, por consiguiente, la modificación no había sido aprobada y en consecuencia, él retiraba su candidatura. En ese momento se hizo el silencio en la sala y se cruzaron miradas de complicidad entre el Sr. Ruíz, portavoz de la Mesa Electoral y el Presidente de FOCDE. El silencio se rompió cuando el Sr. Ruíz manifestó: “Tras la retirada de la única candidatura se pone fin al proceso electoral; esta mesa ha concluido su misión y queda disuelta”.

En ese momento, tomé la palabra para indicar que lo procedente ahora, según los Estatutos, era nombrar una nueva Comisión Gestora que iniciara un nuevo proceso electoral; a lo que el Presidente manifestó que él no había dimitido y que agotaría su mandato (le traicionó el subconsciente), a lo que le aclaré que su mandato, al frente de una Comisión Gestora, expiraba en ese mismo momento, pues su duración fue aprobada por dos años, concluyendo con el proceso electoral. El Presidente palideció y manifestó que aún le quedaban 15 días para hacer el traspaso de poder.

Tras eso, el Presidente increpó a los asistentes pidiendo voluntarios para formar la Comisión Gestora y en ese momento la asamblea rompió en acusaciones hacia los que habíamos secundado la propuesta del Sr. Alemán, incluso el Sr. Flaviano Pineda llegó a manifestar: “Felicidades al Sr. de Extremadura, por fin lo has conseguido”, aludiéndome personalmente. Esta actuación del Presidente, enfrentándonos a unos contra otros, no era sino el anuncio de lo que nos esperaba al día siguiente y que todos nos temíamos.

Así las cosas y dada la hora alcanzada, pedimos al Presidente que pospusiéramos hasta el día siguiente el nombramiento de la Comisión Gestora, dando así un plazo para la reflexión. El Presidente estuvo de acuerdo y como aún faltaba media hora para el inicio de la final de la Copa de Europa, propuso avanzar en el orden del día, abordando el primer punto de la ya Asamblea General Ordinaria, aunque al final y dadas las circunstancias, nada se avanzó, levantándose la sesión.

Pero la asamblea continuó fuera de la sala, en los pasillos y veladores, y se produjeron conversaciones sobre lo sucedido por uno y otro lado. El Presidente de Castilla-La Mancha me decía en privado que esto no podía ser, que había que revocar el acuerdo para que el Presidente no se fuera, que quién iba a mantener los servicios e iba a organizar el Campeonato de España, etc; apelaba al sentido común y a que se convocase una nueva asamblea dentro de 15 días si fuera necesario. Tras muchas conversaciones y avanzada la madrugada, finalmente nos fuimos a dormir, pero con las ideas un poco más claras. Esa misma noche y temiéndonos lo que finalmente sucedió, fue publicada en los foros la noticia de lo sucedido, reproducida de manera fiel y precisa por el Sr. Villegas.

Al día siguiente y tras lo sucedido en el día anterior, yo llevaba una propuesta bajo el brazo para la asamblea y que difícilmente podría ser rechazada; dicha propuesta, que en honor a la verdad no fue idea mía, aunque me reservo el nombre del autor de la misma, consistía en crear una Comisión Gestora constituida por todos los presidentes regionales.

Pero nuestros peores presagios se hicieron realidad y el Presidente de FOCDE inició la asamblea indicando que el día anterior se había cometido una irregularidad, al someterse a votación un artículo cuya redacción se había cambiado y que no figuraba en el Orden del Día, que el Orden del Día era el que figuraba en el anexo a la convocatoria y que el acuerdo alcanzado era nulo por consiguiente. Fuimos muchos los que intervenimos manifestando nuestra contrariedad, que la enmienda no alteraba el Orden de Día ni tan siquiera sustancialmente el contenido del artículo, sino que añadía precisión al mismo; que la versión ofrecida por el Presidente era restrictiva y que la asamblea no podía concebirse sin un debate de los asuntos en busca del consenso, porque de otro modo, bien podíamos emitir el voto por correo y ahorrarnos la asamblea, que la enmienda fue aprobada por la asamblea, que lo allí votado era un acuerdo asambleario, que aún en el caso de haberse cometido una irregularidad, el Presidente podía impugnar el acuerdo dentro del plazo de 40 días previsto en la ley, o incluso convocar una nueva asamblea para derogarlo. En definitiva, se hizo, con las leyes en la mano, todo lo legítimamente posible para evitar el mayor atropello a la democracia y al Estado de Derecho que yo jamás haya presenciado. Los que apoyaban al Presidente y que el día anterior apelaban al sentido común, no querían oír razones, ni querían consenso; su actitud era que los que no estuviéramos de acuerdo, ahí teníamos la puerta, como si ellos fueran los dueños de FOCDE.

Por más que lo intentamos y desoyendo todas nuestras protestas, procedieron de nuevo a la votación de lo ya votado el día anterior, y curiosamente, el voto de algunas asociaciones que el día anterior votaron no, hoy votaban sí, entre ellas, todas las asociaciones catalanas.

Dado que por fin se deshizo ilegítimamente lo antes hecho legítimamente, el Secretario indica a la asamblea que el Acta aún no está redactado, y que por lo tanto lo que tiene que constar en él son los acuerdos finalmente alcanzados, omitiendo todo lo sucedido en el día anterior y retrotrayendo la asamblea a ese punto, procediéndose a la elección del Comité Ejecutivo. Semejante barbaridad, más propia de un sinvergüenza que de alguien que tiene que dar fe, nos levantó a muchos de nuestros asientos, porque todos fuimos testigos de que la Mesa Electoral quedó disuelta, y que incluso como consecuencia de ello, algunos votos emitidos por las asociaciones habían sido ya destruidos, como manifestaron los presidentes de las federaciones de Madrid y Galicia.

Aun aceptando como válido lo inaceptablemente sucedido al repetirse la votación del día anterior de manera ilegal, lo procedente, dado que el proceso electoral se dio por finalizado y por disuelta la Mesa Electoral, sería, en todo caso, el nombramiento de una nueva Comisión Gestora, la apertura de un nuevo proceso electoral y el nombramiento de una nueva Mesa Electoral; pero nunca fingir y omitir en el Acta lo que en verdad sucedió y que todos presenciamos tan vergonzosamente.

En el proceso electoral, han quedado de manifiesto multitud de irregularidades de las que yo llevaba buena nota para pedir las correspondientes explicaciones, pero viendo lo sucedido y visto lo visto, en verdad carecía ya de importancia el exponerlas, porque ante personas que carecen de pudor y vergüenza, poco se puede hacer.

Entre esas irregularidades destaca el hecho de que la Mesa Electoral ha pasado por alto el cumplimiento de los requisitos necesarios para la validación de las candidaturas, faltando a la verdad en su informe, habida cuenta de que el Presidente no ha podido presentar copia certificada del Acta de la federación regional en la que reside (FADO) dando su respaldo a dicha candidatura, según se establece en el Art. 103.1 del R.R.I., debido a que la asamblea de FADO no se celebró hasta después de la finalización del plazo de presentación de candidaturas. Este documento es necesario pues el Presidente no puede acogerse a la excepción que ampara al presidente en ejercicio, ya que él no era presidente en ejercicio sino en funciones, al no ser presidente electo sino presidente de una Comisión Gestora. La otra irregularidad grave cometida ya fue denunciada en este blog con anterioridad, cual es la de coaccionar una posible opción de votación, la de oponerse a dicha candidatura mediante el voto negativo, según se establece en el art. 109.2 del R.R.I.

Pero ante una asamblea, donde los leales al Presidente son ciegos y sordos ante tanta barbaridad, y ante los cuales las normas carecen de cualquier valor, poco se puede hacer.

La votación para elegir Presidente finalmente se realizó, y arrojó un resultado de 79 votos a favor de la candidatura y 19 votos en blanco, no permitiéndose emitir votos en contra. De este quórum, fueron emitidos 42 votos por correo, siendo el quórum de la sala de 131 votos más los 42 emitidos por correo. Muchos de los asistentes no ejercieron su derecho a voto, habida cuenta de que no se podía ejercer en negativo, añadiendo además los votos destruidos. Con estas cifras, se consideró como quórum finalmente el total de votos emitidos y no el total de votos presentes, en cuyo caso, la candidatura no obtendría la mayoría absoluta necesaria para proclamarse en primera votación.

Pero la barbaridad continuó con el patinazo del Presidente de la Mesa Electoral, quien llevaba la lección bien aprendida y pese a estos resultados proclamó que la candidatura no había alcanzado la mayoría absoluta necesaria en primera votación, por lo que debería de volverse a votar para alcanzar la mayoría simple; y añadió, “como ya se ha votado y ha obtenido mayoría simple, no se hace necesaria una segunda votación”. Los asistentes nos quedamos atónitos, si es que ello era ya posible, demostrándose manifiestamente que la Mesa Electoral no era sino una continuación del brazo del Presidente, y el proceso electoral una farsa de principio a fin.

Y así es como el Presidente de FOCDE era proclamado de nuevo Presidente electo por cuatro años más, sin tan siquiera recibir unos tímidos aplausos y ofreciendo un espectáculo esperpéntico, el de alguien que se aferra al sillón como si en ello le fuera la vida o su propio sustento; su figura patética y lastimera carecía ya de cualquier dignidad. Y todo esto sucedía en el año 2011, en un país como España, con la complicidad necesaria de los Srs. Blas Ruíz, Marcial Pérez, M. Campaña, José A. Mallén, Juan Pascual, Rafael Martínez, José L. Gómez, entre otros. A todos estos señores yo les pido, mejor dicho, les suplico, que no vuelvan nunca a pronunciar la palabra democracia, porque si lo hicieran mis tímpanos no podrían soportarlo.

En un momento dado del sábado, coincidiendo en los pasillos, mantuve una breve conversación privada con el Presidente y le dije: “podrás ganar con argucias cualquier votación, pero la situación lo que requiere es el consenso. Ya rompiste FOCDE por la mitad hace cuatro años y no aprendiste la lección” a lo que él respondió: “Que se hubieran presentado otras candidaturas, ahora el que no esté de acuerdo, ya sabe dónde tiene la puerta”, aunque luego dirá que es mi palabra contra la suya.

Si a alguien debo destacar como protagonista de esta Asamblea, en la parte positiva tengo que mencionar al Sr. Alemán, reivindicativo y brillante, contundente y elegante. En la negativa a los representantes de la federación catalana, y me duele decirlo pero no tengo más opción que manifestar que hoy son la vergüenza de la España ornitológica. Tampoco puedo omitir las grandes ausencias, destacada especialmente por la del Sr. Alfredo López, a quien le reprocho la misma, pero le felicito porque a la postre, la federación de Castilla-León no pudo estar mejor representada, y lo hicieron los Sres. Zapatero y Vallina, a los cuales no tenía el gusto de conocer personalmente y admito que me impresionaron. La otra gran ausencia fue la protagonizada por Extremadura, quien con sus 18 asociaciones podría haber decidido las votaciones, aunque a este respecto prefiero no pronunciarme. Del Secretario prefiero ni hablar, porque si lo hiciera me ganaría una querella.

La asamblea dio para mucho más, pero el resto lo abordaremos en otro momento, no vaya a ser, queridos lectores, que vuestro estómago no sea capaz de digerir de una sola comida tanta barbarie.

sábado, 21 de mayo de 2011

La hora de la verdad

A penas falta una semana para la próxima Asamblea General de FOCDE y, una vez más, la prudencia, aconseja guardar silencio sobre muchos aspectos, pero todo apunta a que se tratará de una asamblea decisiva para el futuro de la entidad, habida cuenta del malestar general que existe entre distintos sectores de FOCDE con el Presidente de la misma.

Y mal comienza la asamblea cuando en la convocatoria ya se perciben diferentes argucias del presidente para manejarla a su antojo, como por ejemplo el hecho de que se celebre primero la extraordinaria y después la ordinaria, y cuando los asuntos son incluidos en una u otra de manera arbitraria y a conveniencia, máxime cuando en la misma se incluye un proceso electoral. Y es que nuestros estatutos, obra maestra de la literatura, no comprenden la diferencia que existe entre una asamblea ordinaria y una asamblea extraordinaria, y permiten al presidente hacer lo que le venga en gana a la hora de convocarlas.

Que nadie se confunda porque nada es fruto del azar; al contrario, el orden de las cosas ha sido previsto meticulosamente y tiene una razón de ser, y lejos de cómo debía ser, el presidente se someterá a la reelección antes incluso de rendir cuentas sobre su gestión en el ejercicio anterior, cosa del todo inaudita, pero además no lo hará sin antes haber aprobado las modificaciones estatutarias que le interesan, porque en caso de no ser así, someterá a la asamblea al chantaje de retirar su candidatura, amenazando con dejar a los pobres corderos sin su pastor.

La convocatoria persiste, tal y como se establece convenientemente en los estatutos de la entidad, en ocultar información a los verdaderos asociados de FOCDE, como por ejemplo, las cuentas de la entidad, ya que éstas no han sido adjuntadas a la misma y sólo han sido enviadas a los presidentes regionales. Esta disposición estatutaria demuestra una vez más cómo han venido funcionando las cosas en FOCDE, aprobándose disposiciones estatutarias a conveniencia de las federaciones regionales y que enajenan a las propias asociaciones, mantenidas siempre en la desinformación. Resulta difícil de creer, como se pretende, que las asociaciones ejerzan influencia alguna en la Asamblea General, deslegitimando así a dicho órgano.

Pero esta connivencia histórica entre dirigentes ha funcionado porque entre Comité Ejecutivo y demás miembros de Junta Directiva han sabido respetar sus respectivos roles y se han respaldado mutuamente, erigiéndose así en la oligarquía que sostenía el régimen. Hasta que ha llegado el momento en que algunas asociaciones han reivindicado sus derechos legítimos usurpados históricamente, y han puesto en un brete el sostenimiento económico tanto de FOCDE como de las propias federaciones regionales, al exigir, como socios de pleno derecho de la entidad, los derechos que les corresponden en consecuencia, entre ellos, el de recibir los servicios directamente de FOCDE y ejercer el propio Derecho de Asociación, que ampara la Constitución en su Art.º 22.

Esta nueva realidad obliga a reaccionar a unos y otros, y cada uno lo hace en defensa y de sus propios intereses. De un lado, el Presidente de FOCDE se enfrenta a una posible pérdida económica importante en el caso de que estas asociaciones decidan abandonar FOCDE, con lo cual se pondría en peligro la viabilidad del propio Campeonato de España. Los presidentes regionales ven peligrar ya no sólo su economía, también su hegemonía sobre las asociaciones de sus respectivas comunidades autónomas. El presidente no lo duda y promueve cambios estatutarios que bajo el falaz pretexto de convertir a las federaciones regionales en socios de FOCDE, de una manera absolutamente incoherente y chapucera, lo que en verdad promueve es un claro ninguneo de éstas, desde la perspectiva histórica de la entidad, al ceder a las pretensiones de dichas asociaciones, contrarias a los estatutos, pero sabedor de que los mismos incurren en ilegalidad. Algunos presidentes regionales reflexionan y reaccionan proponiendo la transformación de FOCDE en una confederación, lo cual implica la exclusión de las asociaciones de la misma, sustentándose así en el poder, que en definitiva, es de lo que se trata en esta pugna.

El resultado de todo este entresijo de despropósitos es que todos andan desorientados, han perdido un rumbo histórico y no saben cómo reaccionar, pero algunos tienen claro que no aceptarán más imposiciones del Presidente, creándose así una situación inédita cuyas consecuencias son imprevisibles.

Entre tanto, circulan cartas reivindicativas por media España de unos y de otros, con acusaciones y desmentidos recíprocos que enervan aún más la situación, evidenciando ya no sólo el malestar referido, también evidencian los graves problemas internos que se viven en algunas federaciones regionales, porque en definitiva, FOCDE ha servido de ejemplo para toda la ornitología española, un mal ejemplo que se traduce en una pésima construcción de todas las estructuras, haciéndonos vivir en una mentira creída a pies juntillas, que desconoce por completo la Ley que nos ampara, los principios democráticos, y el verdadero significado del verbo representar. Así es como nuestros dirigentes, a lo largo de la historia, han gobernado en base a sus criterios exclusivamente personales, sin recabar previamente el criterio de aquellos a los que se supone que representan. Cambiar esa actitud en adelante, es un ejercicio al que deberán habituarse, porque de otro modo, todo se derrumbará en una pseudo democracia insostenible.

En efecto, estoy viendo actuaciones, ya no en el Presidente de FOCDE, que es caso aparte, sino en algunos presidentes regionales, que se están arrogando potestades de “jefe” en lugar de asumir la verdadera representación de sus asociados, e incluso pretendiendo impartir una justicia fuera de sus potestades, ya que se consideran con derecho incluso a intervenir en el funcionamiento interno de sus propios asociados. Esta soberbia impropia de un demócrata, no es sino heredada de la propia soberbia de FOCDE.

La verdad ornitológica, y no me refiero a este modesto blog, se encuentra única y exclusivamente en la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Asociación (*LODA); y no me cansaré de pedir una y otra vez, que en lugar de perder tanto tiempo en los foros diciendo tonterías, empleemos ese mismo tiempo en leer dicha ley y en comprender el verdadero significado del Derecho de Asociación, aunque empiezo a pensar que algunos no lo quieren comprender.

Entre todos estos dimes y diretes, un presidente regional en concreto, el Sr. López, anuncia su dimisión en un foro antes incluso de donde debe anunciarla, motivada sin duda por la presión a que se ha visto sometido. Ciertamente, toda su actuación en estos asuntos y muy especialmente la carta que envió a las asociaciones castellano-leonesas están plagadas de desaciertos, y pese a mis desavenencias personales con este señor, admito que me han decepcionado. No obstante, el Sr. López debe comprender como lo comprende cualquier demócrata, que sus postulados pueden no ser compartidos por todos, sin que ello sea causa de que los suyos queden excluidos; en eso se basa precisamente la pluralidad. También debe aceptar, como acepta un verdadero demócrata, que cuando se ostenta un cargo, se acepta también el que los demás puedan ejercer el derecho a la crítica sobre el ejercicio de sus funciones en dicho cargo. Asumir adecuadamente esas críticas, encajarlas y tenerlas en consideración, es precisamente lo que diferencia el talante entre un demócrata y un tirano. En su caso y por lo que percibo, ni cuestiono lo primero y ni considero lo segundo, por contrario creo que su actuación es simplemente pueril, como el niño que se lleva el juguete cuando no se juega con sus reglas, destilando un victimismo que lo que simplemente pretende es el respaldo de los demás. De todas sus manifestaciones, la que más me decepciona es que considere una pérdida de tiempo el asistir a la Asamblea General de FOCDE, porque es allí y no en ningún otro sitio donde debe defender sus ideas (con independencia de que yo no las comparta); y si defender sus ideas, que previamente deben ser consensuadas con sus asociados, a los cuales representa, lo considera una pérdida de tiempo, en efecto, lo consecuente es dimitir del cargo porque su talante no es el correcto.

Pero me llegan rumores de que otros presidentes regionales actuarán de manera similar y no se personarán en la Asamblea General de FOCDE y con ello, poniendo en evidencia una vez más la pésima construcción de FOCDE, en la cual las asociaciones no pintan nada. A estos presidentes regionales yo les digo que si así actúan, estarán incurriendo en irresponsabilidad; que los problemas no se resuelven dándoles la espalda, sino enfrentándose a ellos. Les digo que la FOCDE que todos queremos no es la FOCDE propiedad de D. Jesús Jiménez Cossío, sino una FOCDE democrática y plural, gobernada por todos y para todos. También les digo que si lo que quieren es destruir FOCDE, entonces que no vayan, pero si lo que quieren es transformar FOCDE, entonces deben ir y exponer sus ideas y defenderlas, oponiéndose donde corresponde a cuanto consideren que deben oponerse.

Para poner la guinda a este pastel, una de las asociaciones “rebeldes” referidas anteriormente, hace público en su web ( http://www.ancep.es/ ) que ha emprendido acciones legales contra FOCDE, impugnando todos los acuerdos de su reciente Junta Directiva, así como los estatutos y reglamentos de la entidad, por ser contrarios a lo estipulado por la Ley que nos ampara, habida cuenta de que considera necesaria la intervención de los Tribunales para poner orden en todo este desaguisado.

Con todos estos ingredientes, lo que pueda suceder en la próxima Asamblea General de FOCDE es del todo incierto; y lo único cierto es que FOCDE no puede permitirse una nueva fragmentación, y eso es algo que debe ser tenido en cuenta tanto por el Presidente de la entidad como por los miembros de Junta Directiva, ya que las asociaciones, dado el funcionamiento de la entidad, carecen de cualquier potestad de decisión.

Lo único cierto que se desprende de todo lo sucedido en los últimos años, es que cualquiera que contravenga o se atreva a cuestionar, ejerciendo su libertad de expresión, las actuaciones del presidente, ha sido expulsado de FOCDE. En el pasado lo fueron federaciones enteras, ahora se pretende expulsar a una asociación, e incluso se amenaza con abrir expediente disciplinario a presidentes regionales. Nadie está a salvo y a cualquiera le puede tocar en cualquier momento. La causa de tanto despropósito dimana directamente desde la cúpula, de un presidente antidemocrático que gobierna FOCDE como si de su propia empresa se tratara, y de unos estatutos, redactados por él y aprobados con la negligencia de todos, que son una auténtica barbaridad.

Creo sinceramente que en esta afición sobra soberbia y falta humildad; que en el fondo, todos nosotros tenemos nuestra propia profesión y tal vez seamos unos craks en ellas, pero desde luego no somos juristas ni tenemos conocimientos para legislar, y sin embargo lo hacemos, sin tan siquiera asesorarnos previamente y sin tener claro cuáles son los límites de nuestras potestades. El resultado es el que nos merecemos por soberbios.

En mi opinión, lo mejor que le podría suceder a FOCDE, si es que quiere sobrevivir a la debacle, es que su presidente, habiendo demostrado su ineptitud e incapacidad para gobernar democráticamente la entidad, presentara su dimisión; y en su defecto, habida cuenta de que se aferra al cargo incluso con un proceso electoral amañando, que los actuales apoyos del Presidente reflexionen y decidan entre permanecer fieles e incondicionales a él, o por el contrario piensen en el futuro de la entidad.

Para salvar a FOCDE se impone imperiosamente lo que vengo reivindicando desde hace 4 años y que en estos momentos es una urgencia, y que ahora, dadas las circunstancias, no es otra cosa que nombrar una Comisión Gestora que mantenga el funcionamiento y los servicios de FOCDE a sus asociados, que redacte un borrador de estatutos ajustados a la Ley, y consiguientemente, con asesoramiento legal (a ver si así, algún año no tenemos que modificarlos), y por último, que convoque elecciones de conformidad con esos nuevos estatutos. Aunque tal vez, y dado que algunas personas promueven la transformación de FOCDE en una confederación, sería procedente previamente un debate interno sobre la conveniencia o no de esta propuesta, intentando alcanzar un consenso al respecto en uno u otro sentido.

Para acometer esta ardua e ingrata labor, hacen falta personas ya no sólo capaces, también dispuestas. He aquí el quid de la cuestión y soy de los que piensan que la necesidad obliga. Prueba de ello es que los desahuciados de FOCDE hace tres años, con los que pocas cosas comparto, supieron reponerse, organizarse y funcionar, partiendo de cero y con escasos recursos, cosa digna de alabar, incluso cuando se esté en desacuerdo con sus principios.

*En anteriores artículos se han empleado erróneamente las siglas LORDA para referirse a la Ley Organica reguladora del Derecho de Asociación. En el presente artículo se rectifica y se emplean las siglas correctas (LODA).