jueves, 28 de marzo de 2013

El país que nos merecemos.

Ver los telediarios cada día resulta estremecedor y uno no puede permanecer impasible ante los cientos de desahucios que se producen cada día, con el drama personal que conllevan en cada caso, para que ahora el Tribunal europeo venga a decirnos que nuestra Ley Hipotecaria es ilegal y atenta contra Derechos fundamentales. Y ante esto uno se pregunta: ¿Cómo hemos podido llegar a esta situación en la que, en un país democrático, una Ley tan trascendental como lo es la Ley Hipotecaria, resulte que es ilegal? La respuesta está en el falso concepto de país democrático que tenemos de España, pues quien en verdad gobierna son los diversos poderes fácticos que carecen de representatividad, como por ejemplo la Banca.

También estremece comprobar como la corrupción política es protagonista diario en los medios de comunicación, y sonroja ver a los diferentes líderes manifestarse al respecto anunciando medidas para evitarla, como si esto fuera algo nuevo que no viniera sucediendo desde antaño. Las últimas noticias salpican al mismísimo partido en el Gobierno y no pasa absolutamente nada. Nuestra desvergüenza ha borrado del diccionario la palabra dimisión. Hoy la corrupción salpica a todos los estamentos de poder, ni la mismísima Casa Real se ve limpia de ella, mientras que miles de familias son desahuciadas por una crisis económica que ellas no han causado.

La reflexión que yo hago es que tenemos los dirigentes que nosotros mismos hemos puesto en el poder, que mantenemos a esos mismos dirigentes a pesar de saber quiénes son, y que por ello nos merecemos todo lo que está pasando. Y ello se debe a que éste es un país de corruptos, desde abajo hasta arriba. Los ciudadanos somos los primeros corruptos y la corrupción forma parte intrínseca de nuestro genoma social. Defraudamos sistemáticamente y estamos siempre buscando fórmulas para beneficiarnos a costa de quien sea y de cualquier precio, en un país en el que se cumple a rajatabla aquello de “tonto el último”, dando por bueno y normal que el que quien ostente el poder se beneficie de él.

Nuestra democracia se ha sustentado desde el principio en la compra de votos y los partidos en el poder se han valido de fondos públicos para darnos migajas a los ciudadanos, y nosotros, corruptos hasta la médula, nos hemos vendido siempre al que nos daba esas migajas, a cambio de algo tan “insignificante” como era nuestro voto, perdiendo así cualquier valor o principio ético. Ahora tenemos lo que nos merecemos.

Nuestro pequeño mundo ornitológico no es otra cosa que una extrapolación de la sociedad española, en el que la democracia es regida por intereses personales, en el que los criadores sólo quieren vender sus pajaritos y se prostituyen por una simple medalla o por un simple carné de juez, si es de OMJ mejor. La palabra dimisión, tampoco existe en nuestro vocabulario. Lo malo es que, cuando vengan las consecuencias, el precio tendrán que pagarlo una vez más los más inocentes; o sea, los criadores de a pie, aunque como sucede en nuestra sociedad, el concepto de inocente quede diluido, porque, en definitiva, son los verdaderos responsables, por lo que tendrán, una vez más, lo que se merecen.

A este respecto merece mención especial el hecho, que casi me produce sonrojo, de verme obligado a suscribir las palabras del Sr. Ibi en los últimos meses. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede ser que tenga que suscribir las palabras del otrora predicador? Pues sólo puedo llegar a una única respuesta posible, el Sr. Ibi ha sido siempre un idealista, que no sólo defendió un sistema, también defendió a sus dirigentes. Ahora comprueba y no tiene pudor en reconocerlo, eso le honra, que los sistemas los hacen buenos o malos los dirigentes, y comprueba también en sus propias carnes, que una cosa son las promesas y otra los hechos, y que sus dirigentes, aquellos a los que con tanta firmeza me opuse, no son diferentes ni persiguen fines distintos que no sean sus propios intereses personales. ¡El Sr. Ibi, por fin ha abierto los ojos. Bienvenido al club de los rebeldes! Ahora le toca a usted sufrir en sus propias carnes, el desgarro de los mancebos del sistema, que tratarán de enemistarlo con el mundo, porque al sistema no le interesan sus críticas. El Sr. Ibi tiene la valentía de poner en su boca lo que piensan en silencio muchos sectores de COE, una entidad cada vez más grande porque no existe alternativa, pero construida sobre los cimientos de la corrupción, que tarde o temprano, le pasará factura. Esa falta de alternativa se llama monopolio y tiene nombre propio: COM.

Sirva el análisis precedente de anuncio del regreso de este blog a la actividad, aunque será una actividad con temáticas distintas, pues la corrupción ornitológica ya no es noticia y a nadie parece importarle mientras que el sistema funcione (hasta que deje de funcionar). Hay mucho de lo que hablar sobre los últimos acontecimientos, mucho sobre lo que reflexionar, aunque lo haré desde una perspectiva diferente, porque a estas alturas, poco me importan ya vuestras cuitas y prefiero dedicarme a lo verdaderamente importante.

Entre tanto y para vuestra reflexión quiero regalaros un video muy especial. Versa sobre las prácticas que se vienen realizando en la cría de perros de raza, sus estándares, sus concursos etc. El video ha sido realizado por la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals. Lo interesante de este video es que podréis verlo desde la objetividad del profano en la materia, pero al final comprobaréis que es exactamente lo mismo que todos vosotros venís realizando con las aves. Tal vez encontréis explicación a muchas de las cosas que os suceden, porque en definitiva, es exactamente lo mismo.

http://www.youtube.com/watch?v=v7PmAEB6utA

Este último último video es otro regalo que os hago para que aprendáis a disfrutar de la verdadera ornitología, en el preciso significado de la palabra. Comprobad la diferencia.

http://www.youtube.com/watch?v=7WTMHL9usc8