miércoles, 7 de diciembre de 2011

El mayor espectáculo del Mundo.

En ocasiones veo muertos, a vosotros mismos, criadores y aficionados a la ornitología deportiva y lectores de este modesto blog. Os veo muertos y no en sentido literal, sino en sentido figurado, como si por vuestras venas no corriera la sangre que a mí se me altera cuando difundo la información que nos afecta, en un mundo en el que cada día que pasa me hace sentir más asco y repulsa, mientras que vosotros permanecéis adormecidos y silenciosos ante tanta vergüenza, preocupados exclusivamente por obtener vuestras medallitas y vender vuestros pajaritos. En verdad que todos sois los verdaderos culpables de tanta y tanta vergüenza y desvergüenza. Pero a pesar de deciros estas cosas me seguís leyendo, y quiero creer que algún día no muy lejano, esta labor en pro de una afición más sana y limpia dé su fruto en beneficio de todos.

Tristemente y por más asco que me produzca este nuestro mundo, nuestros dirigentes no paran de ser noticia, a veces con su simple silencio; y ante la inminencia de nuestros eventos más importantes y ante hechos de rabiosa actualidad, debemos afrontarlas inexcusablemente, y por supuesto que no serán omitidas en este blog.

Hoy vuelve a ser de rabiosa actualidad aquella fatídica asamblea de FOCDE que se celebró allá por el mes de mayo y habiendo transcurrido ya más de seis meses, tras los cuales, el ilegítimo Presidente de la entidad y violando deliberadamente su propia normativa, aún no ha remitido el Acta a sus “caballeros” (los presidentes regionales), por hacer un símil feudal acorde con el verdadero funcionamiento de ésta. Un Acta en el que, según manifestó aquel debería de redactarla, se omitiría lo verdaderamente sucedido en dicha asamblea. Sorprende además que los presidentes regionales, que se supone deberían de defender los intereses de sus asociados, ni tan siquiera reclamen dicho Acta para así poder cumplir con las normas de la entidad y dar traslado de la misma a sus representados, sus asociaciones adscritas. Se demuestra así y por enésima vez que en FOCDE, las normas que ellos mismos redactan y aprueban, están para incumplirse impunemente y a conveniencia, privando a las asociaciones de la información que les afecta, como si de un rebaño de ovejas se tratase. Nadie parece sorprenderse ya por estos graves asuntos.

Tampoco sorprende el hecho vergonzoso y deshonesto, por parte del ilegítimo Presidente de FOCDE, de no haber pagado a las federaciones rebeldes las cantidades adeudadas en concepto de consumo de anillas correspondientes a 2011, bajo el pretexto de que ya no pertenecen a FOCDE. Un acuerdo tácito que debe tener su origen en algún acuerdo asambleario, por el que las federaciones perciben de FOCDE un porcentaje en función de las anillas consumidas, y que el ilegítimo Presidente se pasa por al arco del triunfo. Pero para más inri, lo cierto es que este moroso confeso, a día de hoy tampoco ha liquidado los gastos de viaje a los presidentes regionales rebeldes por las reuniones de Junta Directiva ni Asamblea y que éstos han pagado de sus propios bolsillos; y que sin embargo, sí ha liquidado estos gastos a los presidentes regionales leales al régimen. Preguntarme por la honestidad de este individuo resulta superfluo, pero no dejo de preguntarme por la honestidad de los que le mantienen en el poder. ¿Acaso los demás presidentes regionales aprueban estas conductas de su Presidente para con los que antes fueron sus compañeros? ¿Es que no son conscientes de que en cualquier momento ellos mismos podrían ser víctimas de sus abusos? ¿Este es el sentido del compañerismo que queda en este país ornitológico? ¿Es así como quiere el ilegítimo Presidente de FOCDE salvar la economía de la entidad?

FOCDE también es noticia porque en estos días se ha celebrado su 46º Campeonato Ornitológico de España; o mejor dicho, de lo que queda de su España. Este 46º Campeonato era vital para su organizador, pues se hacía necesario demostrar que tras el abandono de la entidad del grupo UEFO todo seguía igual, pero la realidad supera a los lastimeros intentos por sostener a una entidad agónica, y los esfuerzos de los cada vez menos acólitos del régimen, aun en las condiciones más favorables, han resultado en vano. En efecto, este año FOCDE lo tenía todo a su favor, especialmente porque el Campeonato de la otra España no resultaría una competencia; y porque además, la inminencia del Mundial en nuestro país, hacía aconsejable participar en este Campeonato para seleccionar los ejemplares a inscribir en dicho Mundial. Todo ello hacía presagiar que los criadores de COE participarían en gran número, y son los que, de hecho, han salvado al evento de una debacle que no se hará esperar.

A estas conclusiones es a las que se llega tras analizar las cifras de participación de este año que figuran en el Catálogo del evento, donde lo más destacable es que el jefe haya eliminado ciertos datos estadísticos, como la participación por federaciones y asociaciones, para que así, nadie se percate de la verdadera merma de la entidad. Con todo, y pese a no tener competencia, el evento ha perdido exactamente, con respecto al año pasado, 1.027 aves; pero lo que es aún más relevante, ha perdido 143 criadores inscritos, que representan una merma del 15%. Si esto sucede con todo a favor, la debacle estará asegurada para el año que viene, cuando COE vuelva a representar una competencia con su propio Campeonato, y si sus dirigentes tuvieran la habilidad de hacerlo coincidir en fechas y buscar una sede geográficamente céntrica, el Campeonato de FOCDE sería un cadáver, haciendo insostenible a la entidad.

El Sr. Jiménez, en la edición del Catálogo de este 46º Campeonato de España, vuelve a deleitarnos, sin que ya resulte sorpresa alguna, con actuaciones que evidencian su poca clase personal y su talante destructivo para con esta afición, y cómo por omisión inexcusable e intencionada, puede generarse crispación y malestar que poco ayudan al futuro de nuestras organizaciones. En efecto, puede constatarse en el referido Catálogo que los premios especiales figuran seguidos de sus promotores y del nombre de los premiados, con la excepción del Premio “Enrique Marcote” al mejor exótico, donado por la Federación Ornitológica Regional Galega (FORG), la cual y pese a su salida de FOCDE, ha seguido donando este premio. Omitir como ha hecho el Sr. Jiménez al promotor del premio, es un acto de lo más repudiable, mezquino y muestra de la bajeza personal que atesora, en contraposición con la actuación de los dirigentes gallegos, que pese a las circunstancias dadas, han sido lo suficientemente caballerosos como para seguir donando este premio. Esta es la manera de hacer ornitología del Sr. Jiménez y son estos pequeños detalles repletos de importancia, los que destrozan a esta afición.

Por lo demás y pese a que no he asistido personalmente al evento, me consta que ha sido más de lo mismo de siempre, una farsa como lo son la mayoría de los concursos ornitológicos, donde por la escasa y generalizada falta de preparación de los jueces (salvo honrosas excepciones), obtener premio es más una cuestión de suerte que de calidad de los ejemplares. Seguramente y como sucediera en años anteriores, resultarán elevados a la categoría de Campeones de España ejemplares más dignos de pajarería que de competición, o ejemplares inscritos en grupos erróneos, o ejemplares con graves y manifiestos defectos que deberían ser descalificados, o ejemplares híbridos también descalificables, o ejemplares con muda juvenil e incluso apenas emancipados que en nada se ajustan al fenotipo de un adulto de la especie; mientras que ejemplares realmente excepcionales se quedan sin premio. Esto es lo que he visto a lo largo de los años en el Campeonato de España, especialmente referido a las especies que me interesan, y ha sido una de las principales razones por las que decidí extinguir mi condición de aspirante a juez y de no examinarme nunca. La propia farsa comienza desde el mismo momento en que se enjuician especies que ni tan siquiera tienen estándar, prueba inequívoca de la seriedad con que se abordan los enjuiciamientos; aunque hablar de los referidos estándares daría para otro extenso artículo. También he visto cómo los propios porteadores, jueces en muchos casos, llevan al juez sus propios ejemplares y comentan con éstos en la mesa para puntuarlos, sin pudor alguno por guardar siquiera las apariencias. En fin… que en poco interesan estas cuestiones, que hacen del Campeonato de España cualquier cosa menos un evento prestigioso, a los dirigentes de la entidad, preocupados exclusivamente por ver las estanterías llenas, hasta el extremo de modificar la normativa para que los propios jueces puedan participar, aunque sea en gamas distintas a las que enjuician, pero siendo en verdad enjuiciadas sus propias aves por sus propios compañeros y amigos, unos metros más allá.

También son típicos del evento los famosos exámenes a los aspirantes a juez, donde compruebas año tras año cómo personas neófitas obtienen la preciada cartulina, con la cual cometerán toda clase de barbaridades en los siguientes concursos a donde vayan a enjuiciar. Aprobar o suspender no depende de que acrediten su formación, sino de la necesidad que tenga la entidad de disponer de jueces, porque de eso dependerá la nimiedad del examen y de que se ponga en marcha la máquina de hacer jueces, como si de churros se tratara. El examen práctico, si conviene, se resuelve con un susurro en los pasillos. Aunque en muchos casos, a quien habría que examinar es al propio examinador. O sea, toda una farsa.

Si lo dicho anteriormente sobre el Campeonato de España es cierto, lo es igualmente y aplicable incluso en mayor medida al Campeonato del Mundo, donde todo se rodea de un aura de seriedad y rigor que se derrumba a poco que se utilice la lógica y el sentido común. Basta simplemente con echar un vistazo por encima a los requerimientos sanitarios exigidos a los criadores, que se reducen, según lo denomina el propio organizador, a una “declaración jurada” por la que el criador asegura que sus aves están sanísimas; o con leer las normas de participación, por las que los criadores renuncian expresamente a reclamar sus aves si éstas desaparecen; así los muchos chorizos de esta afición, o incluso los propios porteadores, podrán “equivocarse” impunemente al recoger sus pájaros, incluyendo los ajenos, sin que los organizadores se responsabilicen de nada. Pronto podremos comprobar cómo los pájaros sufren por el estrés causado por los visitantes, manoseando sin pudor las jaulas y acosándolos sin cesar con cientos de flashes; se rebozarán en sus propios excrementos en jaulas sin rejilla, tal y como recomiendan las “eminencias” de COM, autoinfectándose con la multitud de patógenos que proliferan en ellos; beberán agua sucia y sus comederos rebosarán de cascarillas porque los que deben atenderlos están muy ocupados con sus trapicheos de pajarillos. Muchos de ellos morirán durante el evento, otros desaparecerán misteriosamente, otros serán vendidos in situ, y otros muchos regresarán a casa debilitados y portando nuevos patógenos a nuestros aviarios, muriendo al poco y dispersando enfermedades, que se traducirán en nuevas muertes o en problemas reproductivos en la siguiente temporada, y que trataremos de resolver infructuosamente con arsenales de fármacos recomendados por el vecino. Es el triste destino de aquellos que decimos hipócritamente amar. Mientras tanto, los organizadores se vestirán con sus mejores galas para recibir a las autoridades y dejarse fotografiar por los periodistas, exhibiendo la mejor de sus sonrisas ante la multitudinaria participación en un evento tan magno.

A estas alturas, ya hasta me creo que los criadores sean tontos, porque no sólo son partícipes necesarios de toda esta farsa, además es que así es como los tratan sus propios dirigentes, tragándose todas sus milongas. Efectivamente, en la inscripción se incluye un costo adicional de 1 € por pájaro en concepto de seguro, más 2 € por pájaro en concepto de transporte, elevando el precio total a 12 €. Como bien se comentaba en los foros por parte de los aficionados, nada se especifica sobre las coberturas de ese supuesto seguro hacia el criador, ni en concepto de qué riesgo se repercute, habida cuenta de que los organizadores no se responsabilizan de nada. La luz aflora cuando el Sr. Cárdenas responde, aunque de manera altiva y prepotente y menospreciando al forero, argumentando que se trata de un seguro de eventos que cubre la posible devolución de inscripciones en caso de suspensión; es decir, que a quien cubre verdaderamente dicho seguro no es a los participantes, sino a los organizadores, para que éstos puedan hacer frente a la posible obligación de devolver las inscripciones.

He consultado el caso jurídicamente y la cosa es lo suficientemente compleja como para no ser objeto de este artículo, pues si bien la Ley enajena al organizador de responsabilidad ante casos de fuerza mayor, también es cierto que la jurisprudencia determina matices para dicha responsabilidad y para dichas causas de fuerza mayor, donde los riesgos pueden ser previsibles y por consiguiente evitables, o cuanto menos sujetos a salvaguarda. Con todo ello, la contratación de este tipo de seguros, a priori, sería de aplaudir.

Pero he querido ir más lejos y asesorarme hasta el final, y por ello he solicitado presupuesto a diversas aseguradoras para un evento como un Campeonato del Mundo. Tras explicar las características del caso, me informan que este tipo de seguros está especialmente diseñado para eventos como espectáculos de pública concurrencia que se celebren al exterior, como conciertos, festivales, obras de teatro, etc. donde el principal riesgo de suspensión es la climatología, una causa de fuerza mayor pero previsible según la jurisprudencia y donde el organizador tendría que indemnizar a los afectados. Caso distinto por completo a la celebración de un Campeonato del Mundo que se celebra en recintos cubiertos.

Tras estudiar el caso, asegurando un capital de 400.000 euros, más que suficientes para cubrir los importes de las inscripciones y gastos generales del Mundial, la cuantía de la póliza asciende a un importe de 3.200 €, pero excluye expresamente de la cobertura como causas de suspensión aquellas imputables al propio organizador (por ejemplo, el incumplimiento de requisitos legales o defecto de autorizaciones, insolvencia, etc.), las posibles resoluciones sanitarias que ordenen la suspensión (por ejemplo, una epidemia de gripe aviar), las posibles huelgas de compañías aéreas (que impidan el trasporte de las aves), o incluso la suspensión de vuelos por emisión de cenizas volcánicas en el espacio aéreo. Así, uno se pregunta: ¿qué es lo que realmente se está cubriendo?

En cualquier caso, llama la atención que los organizadores del Mundial prevean unos ingresos en concepto de seguro, a razón de 1 € por pájaro, de unos 25.000 €, contando con una participación estimada de 25.000 aves, mientras que el costo de dicha póliza de seguros sólo alcanza a los 3.200 €; o sea, que genera un superávit de 21.800 €; para cubrir unos hipotéticos riesgos que yo aún no se cuáles son.

Con respecto al cobro de 2 € por pájaro en concepto de transporte, hay que decir que es un concepto nuevo en España, ya que en el pasado era la propia COM-E la que se hacía cargo de transportar las aves al Mundial, sufragando dicho gasto con los fondos aportados mediante las cuotas de sus federaciones asociadas. Así se hace igualmente en otros países en los que los criadores no tienen que pagar ni un solo euro por encima de los 10 € estipulados por COM. Para acreditar este extremo, obra en mi poder la circular emitida desde COM-Francia; además me consta que Portugal actuará de la misma manera. ¿Para qué sino pagan las federaciones sus cuotas sociales a COM-E, si no es para transportar las aves de sus asociados a los mundiales? ¿O es para financiar los viajecitos y comilonas de sus dirigentes? ¿Acaso es más barato traer los pájaros desde Francia que desde la propia España? Resulta sorprendente en el caso de COM-E, que en los últimos años ha visto aumentada la familia y actualmente cuenta con 15 federaciones asociadas, y que recauda en concepto de cuotas la cantidad de 10.500 € anuales, haya establecido un tasa de 2 € para traer los pájaros de los españoles a España, mientras que otros países traigan los suyos desde orígenes mucho más distantes sin cargo adicional. Aun así, el importe de 2 € por pájaro, estimando una partición española de 8.000 pájaros, siendo España país anfitrión, arroja una cifra estimada de ingresos de 16.000 €, cantidad que da para alquilar no muchas, sino muchísimas furgonetas de transporte.

Tras analizar estas cifras, uno sólo puede llegar a la obvia conclusión de que se trata de mecanismos recaudatorios que encarecen la participación e incrementan los beneficios de los organizadores a costa de los aficionados.

Por igual, la bioseguridad de estos certámenes es nula mientras que los riesgos sanitarios lo son en grado máximo. Se trata de concentraciones masivas de aves provenientes de multitud de orígenes distintos y carentes de cualquier control, por lo que los riesgos de infección son altísimos, aunque raramente detectados, precisamente porque no existen mecanismos de control. El pasado mundial celebrado en Tours fue causa de diversos focos de Newcastle que surgieron después y que fueron detectados por las autoridades sanitarias, que poco pudieron hacer una vez finalizado el evento, porque de haberlo detectado durante la celebración del mismo, todas las aves participantes hubieran sido sacrificadas. A saber el verdadero alcance de dispersión y cuantos criaderos fueron infectados a posteriori, cuyos propietarios observarían casos de mortalidad y morbilidad en diferente grado, explicándoles el expertillo de turno que se trata de una posible infección causada un bichito con nombre muy raro, o que tal vez se trate del mal del entuerto, que pone los ojos de los pajarillos a la birulé.

Los criadores más expertos no ignoran nada de lo aquí expuesto y saben sobradamente que obtener premio en estos eventos es una especie de lotería, donde las probabilidades aumentan con el número de ejemplares inscritos por gama y no con la calidad de los mismos. También saben y por propia experiencia, que sus mejores ejemplares desaparecerán misteriosamente y sin que nadie se responsabilice por ello, que otros muchos morirán, y que los que regresen pueden ser portadores de cualquier cosa. Pero también saben que obtener premio representa la diferencia entre vender fácilmente y a buen precio sus ejemplares, o tener que malvenderlos a un mayorista o pajarería. Así, el fin último de esta afición no es el propio disfrute de la misma, sino que se ha prostituido hacia intereses mercantilistas. Esa es la esencia de esta maltrecha afición y la que sostiene toda esta farsa, porque la podredumbre no dimana desde arriba, sino desde abajo.

Reciente y tristemente, uno de los nuestros ha sido protagonista en televisión, en el programa Diario de… dirigido por Mercedes Milá. La razón: sus actividades de venta de pájaros al margen de la ley, en economía sumergida y sin cumplir ningún tipo de requisito sanitario, denunciado por una asociación protectora de animales (Justicia Animal). Pese a la relevancia en nuestro mundo de la noticia, el silencio al respecto es sepulcral en los foros, porque en definitiva, en mayor o menor escala, es lo que todos hacemos y nos sentimos reflejados. La venta de pájaros es el sustento de esta mal llamada afición, dirigida por personas que encubren e incluso promueven estas prácticas, realizadas también por ellos mismos. No quiero ni imaginar lo que diría Mercedes Milá si visitara el próximo Campeonato del Mundo y viera lo que allí se cuece, la corrupción que nos gobierna, la verdadera democracia de nuestras entidades, el trato que reciben nuestros “queridos” pajaritos, los maleteros en los aparcamientos, etc. etc. etc.

La sociedad, cada vez más sensibilizada con estos aspectos, repudia estas actuaciones, y nuestros políticos y autoridades, que acostumbran a mirar para otro sitio mientras inauguran nuestros eventos, se desmarcan de inmediato de nosotros a poco que les salpique el escándalo. En el caso de nuestro compañero, apodado como el “Sheriff de Valdemorillo” por la referida periodista, no resulta creíble que las autoridades de una población de apenas 12.000 habitantes desconociesen sus actividades; pero sin embargo, tras el escándalo, lo destituyen fulminantemente del cargo de Jefe de Policía Local y lo llevan a los tribunales para depurar posibles responsabilidades penales.

La cría-venta de animales está regulada por leyes de protección animal y sujeta a control sanitario y tributario, y nuestros pajarillos no escapan a esa regulación. Por toda nuestra geografía proliferan asociaciones de protección de los animales que vigilan y denuncian estas prácticas, que de momento, se dedican más a otras especies; pero nuestros eventos cada día son más notorios y no tardarán en fijarse en nosotros. En Extremadura, en concreto, se ha creado una federación de asociaciones protectoras que está siendo especialmente activa. Echad un vistazo al siguiente enlace:


Durante los escasos 5 años que llevo inmerso en el mundo ornitológico asociativo, he intentado promover multitud de cambios en este sentido a través de los eventos que he venido organizando y a través de la asociación que presido. Cambios que regularicen nuestra actividad, que promuevan la bioseguridad, aplicando medidas de bienestar animal, asumiendo la responsabilidad de las aves y practicando una democracia real; todo lo necesario para dignificar nuestra afición. En ocasiones y siendo consciente de que los cambios requieren de una evolución en el tiempo, reconozco haber hecho la vista gorda en ciertos aspectos, pero los cambios producidos son notorios y en consonancia con esa evolución. Aun así, el camino es muy largo y durante estos años he transmitido sin éxito alguno al Presidente de FOCDE todas mis inquietudes, que bien podrían haberse aplicado de manera progresiva en el Campeonato de España. Pero estas “tonterías” como él las califica chocan de frente con una mente alérgica a la legalidad y con un sistema dictatorial, donde la organización del evento es potestad única y exclusivamente suya.

Nuestros dirigentes, y me refiero a los de las dos Españas, deberían tomarse muy en serio la amenaza que se cierne, y con razón, sobre nosotros y nuestros eventos. El escándalo de nuestras prácticas no tardará en salpicarlos y cuando suceda, no habrá político que nos auspicie, nos subvencione o nos ceda sus instalaciones.

En España se venden 2 millones de anillas cada año y pese a la elevada mortalidad de ejemplares que se produce, prueba inequívoca de nuestra ineptitud e irresponsabilidad, representamos un mercado que mueve aproximadamente 1 millón de canarios cada año, que traducido en euros alcanzaría la cifra aproximada de 30 millones. ¿Por cuánto tiempo podremos seguir ocultando esta realidad? Sólo es cuestión de tiempo el que todos nos sintamos avergonzados públicamente, despreciados y repudiados, y así sucederá si somos incapaces de mirar más allá de esta realidad, mientras sólo nos preocupemos por ganar medallas y vender pajaritos, y mientras permitamos regímenes dictatoriales y corruptos. Todo puede irse al traste en cualquier momento, y entonces, de nada servirá lamentarse.

Yo creo en la ornitología deportiva, pero no en esta forma de entender la ornitología.

Me despido, para vuestra reflexión, con las palabras de la Alcaldesa de Valdemorillo:

“Ante los indignantes, bochornosos y lamentables hechos, difundidos ayer en un reportaje televisivo del programa Diario de… emitido por Cuatro,… el Gobierno Municipal muestra su total repulsa por los presuntos hechos delictivos cometidos… y agradece la labor de investigación seguida por el citado programa, al poner al descubierto una realidad del todo inaceptable…”